Estos espacios privados y por tanto cerrados, suelen ser de escala media y pequeña pero no por ello menos complejos. Son residenciales, de empresa, comunitarios, pero todos ellos tienen en común la cercanía de los límites y una cierta privacidad.
Unifamiliar en Nuez de Ebro, Zaragoza.
Empiezo por mi jardín. Es mi banco de pruebas, mi rincón de pensar, en ocasiones mi sueño y en otras mi pesadilla. En el blog voy subiendo entradas sobre los trabajos, las reformas a lo largo del tiempo que llevo en él y sus resultados.
Cuando me vi ante el diseño de mi propio jardín empecé a construirlo sin hacer siquiera un dibujo. No para reproducir el dibujo sobre el terreno, sino para probar diferentes distribuciones y zonas, como hago para otros. Lo tenía muy claro y empecé por crear un umbráculo para mis bonsais, una zona de césped delante de la casa y árboles de sombra para no achicharrarme en verano. Inconscientemente no me até a un diseño y dejé abiertas muchas puertas que luego me ayudaron a progresar y aprender, a pesar de llevar varios años diseñando y construyendo jardines para otros. En la última reforma he reunido lo aprendido en estos más de 30 años. No sé si habrá ya más…
Rehabilitación de casa antigua en Castejón de Sos, Huesca.
En esta casa rehabilitada hizo falta muy poco para ponerla en valor. Utilizamos los materiales de construcción de la propia obra que, al ser de mampostería de canto rodado del lugar, iban muy bien en el sitio. Los traviesas de ferrocarril también fueron utilizadas en las jambas de la puerta principal de acceso y las ventanas.
Unifamiliar en Zaragoza.
La piscina en forma de riñón quedaba un poco pasada de moda para el propietario y buscamos la manera de desdibujarla realzando un lateral. El estanque de caliza negra de Calatorao fue nuestra pieza de diseño y el carácter que tiene el jardín le fue dado con madera, realizando escaleras, platabandas elevadas y pavimentos.
Proyecto de terraza en Sant Just Desvern, Barcelona.
Esta terraza no se llegó a construir. A última hora pensaron que sería mejor esperar a realizar la inversión. Se trataba de una azotea con jardineras ortogonales de ladrillo que hacían muy pesado el espacio. Lo aligeramos girando 45º la cuadrícula para darle un aspecto más desenfadado y actual. Trabajamos con pantallas estructurales de mallazo con trepadoras plantadas en su base y jardineras de traviesas unidas, que sustentaban la pérgola, y realizamos unas maquetas de papel para ayudar a explicar el diseño.
Unifamiliar en Castelldefels, Barcelona.
El terreno, en la falda de las Costas de Garraf, fue nuestro principal adversario tanto en el diseño como para el jardinero que lo construyó. El presupuesto no llegaba para aterrazar y hubo que trabajar las pendientes a conciencia. Salvo en la entrada, donde se hizo un muro de tierra, en el resto se extendieron mantas de coco para plantar encima.
La piscina, junto a la casa y a cota del salón, enlazaba la parte baja del jardín, de menos uso, mediante unas escaleras. La curiosidad fue que para estas escaleras tuvimos que escoger vegetación resistente a la salinidad, porque la depuración del agua de la piscina se hacía mediante salmuera, y cuando los niños se zambullían el agua llegaba hasta las plantas.
Unifamiliar en Sant Just Desvern, Barcelona.
A veces el jardín tiene tanto carácter con tan pocos elementos, que añadir más se lo haría perder, y en este caso sería una gran pérdida. Los dos tilos se bastaban y se sobraban.
Solo con un bordillo que realzase el espacio de estos grandes ejemplares separándolo del resto fue suficiente. El resto fue formalizar un recorrido desde la parte trasera del jardín hasta la terraza de la casa con un pavimento de gravilla que atravesaba la pradera, y poner un fondo vegetal a los tilos.
Entrada Comunitaria en edificio de viviendas, Barcelona.
El pavimento sobre el que había que proyectar el jardín, era un forjado sobre un garaje que no admitía cargas como para una vegetación de porte alto. Como se nos pidieron árboles aunque fuesen bajos, hubo que diseñar elementos que contuviesen el suelo de cultivo con grosor suficiente encima del forjado, y por otra aligerar esos volúmenes.
Las formas de colinas del acero corten tuvieron muy buena acogida y en el interior pusimos bloques de poliestireno expandido rodeando el cepellón de los olivos. Así conseguimos altura para plantar y disminuimos el peso del conjunto.